lunes, 17 de diciembre de 2007

La Navidad desnavizada en China: viaje al futuro


Hablar de una expansión en China de la Navidad significa... o que eres chino o que no crees en la Navidad. Cuando hablo de Navidad, me refiero a la celebración del nacimiento del Hijo de Dios, y no a la celebración de la venida en trineo de Papa Noel, producto publicitario de la marca Coca- Cola.

Dos formas de entender la Navidad
Para los que hayáis leído las anteriores entradas acerca del catolicismo en china, habréis visto que el catolicismo es una religión creciente en el gigante asiático, pero que sigue siendo una religión minoritaria, oprimida y perseguida por el Estado. Así, la Navidad en el sentido propio de la palabra, la celebra la comunidad de cristianos que allí vive. Con esto, podemos decir que la Navidad en China, aunque sea de una forma silenciosa y clandestina, existe.

Por otro lado, existe la Navidad ruidosa y despampanante, la de las pelucas y los matasuegras, la del Papa Noel que está por todas partes. Y es que la mayoría luce el gorro del tío Santa sin saber ni siquiera lo que significa. Muchos comercios decoran los escaparates con espumillón y ponen el árbol con sus correspondientes adornos,
sobre todo en los centros comerciales extranjeros. Los villancicos están continuamente en la megafonía desde hace semanas, y las cajeras y cajeros llevan el gorro rojo de Papá Noel. Los comerciantes se frotan las manos. Por unas semanas viven en el mismo paraíso. La gente joven suele salir a cenar fuera el día de Navidad, y como es una costumbre extranjera, pues lo celebran comiendo pizza. Todas las pizzerías y restaurantes de comida occidental están hasta arriba. Si viene la Navidad, pues a comer pizza. Y si viene David Beckham, pues a hacerse del Real Madrid, gorro y bufanda incluidos. Así es la vida para muchos en china. Un país que puso el cerrojo y el cartel de "Cuidado con el perro" desde hace unos siglos, y que ahora se deja deslumbrar por todo lo que viene de fuera. Y si nos ponemos a hablar de identidad, pues siempre nos quedará la muralla china, que eso no hay quien lo cambie de sitio.

Actuar sin pensar: cultura oocidental en Oriente
Las ciudades más cosmopolitas de China empiezan a celebrar la Navidad como algo propio. Debe ser una especie de "Navidad Patriótica china", siguiendo el hilo del Gobierno. Pero esto sucederá cuando allí algún avispado se dé cuenta de que la Navidad no es la llegada de Papa Noel, ni la llegada del consumismo, ni de las pizzas a mitad de precio, ni de los fuegos artificiales.


La sencillez escuece a los soberbios, porque la verdad les duele más que un clavo ardiendo. Y cuando el Gobierno caiga en la cuenta de lo que están celebrando bajo la palabra Navidad (del latín nativitas, de la natividad de nuestro Señor Jesucristo), se apresurarán a acallarlo con la gracia del dios consumismo, o a ponerle otro nombre, como el Día invernal de la Pizza, o algo así.

Mientras esto ocurra, la presente comunidad de cristianos vivirá la Navidad en el anonimato, en el más completo recogimiento. Sin pelucas afro. Sin caretas de Batman. Porque así es como Jesucristo vino al mundo: en silencio, sin lujos, sin ostentaciones, sin fuegos artificiales. Vino en el silencio de una noche estrellada en Belén. Y Santa Claus se quedó durmiendo después de una buena comilona en su casa de hielo, y no se enteró de lo que pasaba. Por aquel entonces, la Coca- Cola no llevaba cafeína.

¡Feliz Navidad a todos! ¡Abajo Santa Claus!¡Vivan los Reyes Magos!

FUENTES:
- Patrimonio cultural de China
- Guía de Yunnan

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