viernes, 14 de diciembre de 2007

El Gobierno que juega a ser Dios


Antes de hablar de cómo es la Navidad en Pekín, de la que hablaremos la próxima semana, debo completar la entrada de esta presente, continuando y acabando con el problema del catolicismo en China.

Hablamos la semana pasada de que existían dos grupos católicos en China: los católicos patrióticos, y los católicos fieles a Roma, es decir, al Papa. Son los que optan por seguir al Papa y no al gobernante chino de turno. En la Iglesia Patriótica católica hay censados unos 5,2 millones de creyentes, mientras que otros 12 millones que reconocen la autoridad del Papa de Roma operan en la semiclandestinidad. Los católicos "oficiales", aunque renieguen del Papa, aseguran tener en cuenta sus preceptos, y los "clandestinos" acuden a menudo a las misas de la Iglesia Patriótica, que tiene 97 diócesis y catedrales.

Renegar del Papa para llegar a Cristo: Los patrióticos
En Pekín, los católicos clandestinos se suelen reunir en casas privadas, casi casi como hacían los antiguos cristianos en Roma, cuando se reunían en las catacumbas. Los sacerdotes que permanecen leales a Roma están constantemente vigilados. Días como Navidad o Semana Santa, son muchas veces días de sufrimiento para ellos. Son arrestados, presionados y agredidos. Aunque muchos sacerdotes que forman parte de la Iglesia Patriótica están secretamente reconciliados con Roma. Tienen al Papa en el corazón y al Gobierno chino en la boca. Desde la Diócesis de Shanghai, Bao Zhi Sheng asegura que “creemos que el Papa es nuestro líder, pero el actual problema es político, no religioso”.

catacumbas romanas

La principal iglesia católica de Pekín es la catedral de la Inmaculada Concepción, en el sur de la capital, un bello edificio construido en el siglo XVI con el asesoramiento del misionero jesuita italiano Mateo Ricci, impulsor del catolicismo en China. Ricci, con ayuda de los emperadores de la época, llevó a cabo la evangelización que 30 años antes no pudo hacer el jesuita navarro San Francisco Javier, que falleció en la isla china de Sancian en 1552.

La catedral de Pekín, como otras iglesias chinas, está cerrada en días laborables, pero los domingos abre sus puertas y ofrece misas en latín, chino e inglés. Las misas

oficiadas por los sacerdotes no pierden la oportunidad de meter algún sermón comunista que otro, como el de la sociedad armoniosa, muy de moda actualmente y con raíces en el taoísmo.

Tensión entre el Gobierno chino y la Santa Sede
El Vaticano y China continental no mantienen relaciones diplomáticas desde 1951, cuando el Papa excomulgó a dos obispos designados por el Gobierno de Pekín. Para restablecer lazos, Pekín exige que el Vaticano rompa relaciones con Taiwán y deje de nombrar directamente a los obispos. Pero poco ayudan determinadas políticas comunistas como la de un solo hijo, que según la Iglesia lleva a la destrucción de nuevas vidas humanas a través del aborto y la esterilización.

Mientras esto sucede, más de 30 miembros del clero, incluidos 11 obispos, se encuentran actualmente detenidos o encarcelados, según la Cardinal Kung Foundation. Se estima que desde que comenzó la apertura económica de la inmensa nación asiática, 2,7 millones de cristianos han sido arrestados, de los que 440.000 han sido sentenciados, 130.000 encarcelados y 30.000 torturados.

La adversidad hace fuerte
El catolicismo entra cada vez con más fuerza en China: cerca de 150.000 adultos abrazan cada año la fe católica en el país asiático. La falta de libertad religiosa, la constante persecución de las autoridades a sacerdotes y obispos, la censura informativa a medios católicos y las campañas antirreligiosas no parecen causas suficientes para frenar el avance del catolicismo en China.

Tras la próxima entrada acerca de cómo es la Navidad en China, hablaremos de casos y experiencias de gente que logra sobrevivir de la tortura china anticatólica. Son relatos estremecedores: "Todas las iglesias cristianas clandestinas fueron marcadas con pintura roja y un único carácter chino que adelantaba su próxima destrucción". Veremos cómo fueron esas destrucciones, y cómo lo vivieron los que cada día se juegan la vida por una China libre y tolerante.

FUENTES:

- Solidaridad.net
- Terra.es
- Magazine de El Mundo
- China Católica libre
- Wikipedia

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